Escala en Dubrovnik: diez buenas razones para conocer ‘la Perla del Adriático’

Vista de Dubrovnik, la 'Perla del Adriático'. Foto de LaCroatia.es

Vista de Dubrovnik, la ‘Perla del Adriático’. Foto de LaCroatia.es

“Cuando digo C r o a c i a
no pienso en algo grande
ni en los montes ni en los valles
porque no existen montañas ni valles
tan grandes como
esta Palabra mía
cuando digo C r o a c i a
no sueño nada eterno
ni lo pasado, ni el futuro
porque y lo futuro
será pasado, y el pasado,
pasó para siempre…”

VINKO KALINIC

Es fascinante poder descubrir en un instante la grandeza de una tierra. Los poetas nos ayudan a percibir la parte que no se ve de los destinos. Hacer un crucero con escala en Dubrovnik es así una aproximación a la grandeza de Croacia. Si el itinerario de tu crucero por el Adriático tiene una escala en la capital de Dalmacia te gustará saber qué puedes hacer y visitar en Dubrovnik, la ‘Perla del Adriático’.

Es por eso que queremos darte 10 buenas razones para elegir un crucero con escala en Dubrovnik para conocer uno de los enclaves más bellos de Europa, para transitar por sus catorce siglos de Historia y por las calles y plazas de una ciudad que cuenta desde 1979 con la declaración de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Dubrovnik significa robledal, debido a la gran cantidad de especies arbóreas de este tipo que poblaban el enclave. Estas son 10 buenas razones para hacer escala en Dubrovnik:

1.-Su imponente muralla que rodea la ciudad vieja y data del siglo X. Se puede recorrer su adarve, al tiempo que se visitan algunos de sus monumentos más emblemáticos. Visita la Torre de Minceta y reserva dos horas si quieres hacer el recorrido íntegro. Lo habitual es iniciar el camino en la Puerta del Pile.

2.-Recorrer la Stradun o Placa, la calle principal de Dubrovnik, una auténtica arteria que en su día fue un canal que separaba dos poblaciones diferentes, que se habilitó como nexo de unión y cuyas piedras gastadas y pulidas por el paso de la historia y de las pisadas son todo un emblema de la ciudad.

3.-Conocer de primera mano uno de los escenarios de la famosísima serie ‘Juego de Tronos’. Dubrovnik es uno de los reinos ficticios de la producción. Toda una ocasión para rememorar las mejores escenas de tu serie favorita.

Dubrovnik fue uno de los escenarios de rodaje de 'Juego de Tronos'. Foto Winteriscoming.net

Dubrovnik fue uno de los escenarios de rodaje de ‘Juego de Tronos’. Foto Winteriscoming.net

4.-Ver Dubrovnik desde su espectacular teleférico. Hacer escala en Dubrovnik es la ocasión perfecta para ver la ciudad desde dos ópticas muy curiosas: la llegada al puerto a bordo de un barco de crucero y la visión de la ciudad desde las alturas, su imponente recinto amurallado y su vista de la montaña de San Sergio.

5.- Descubrir la fortaleza y la capacidad de superación de los habitantes de este enclave. Dubrovnik vivió un gran terremoto que la destruyó casi por completo. Tras su recuperación, la Guerra de los Balcanes volvió a arruinar las vidas y obras de sus tenaces pobladores. Pero el pueblo croata fue capaz de reconstruir la ciudad y de convertirla de nuevo en la belleza que es. Si haces escala en Dubrovnik no dejes de visitar la War Photo Limited y su exposición permanente sobre la Guerra de los Balcanes. Un antídoto contra el olvido y un homenaje a la esperanza.

6.-Visitar algunos de sus monumentos únicos en el mundo, como su Torre del Reloj y el Palacio de Sponza, o el Fuerte de San Juan, que acoge el Museo de la Marina y el Instituto de Biología. Otros como la Gran Fuente de Onofrio son todo un símbolo de la ciudad.

Vista de la Isla de Lokrum desde Dubrovnik, en Croacia. Foto LaCroacia.es

Vista de la Isla de Lokrum desde Dubrovnik, en Croacia. Foto LaCroacia.es

7.- Disfrutar de sus entornos naturales, especialmente bellas son sus playas muy cerca del casco urbano como la de Banje o la de Sv. Jakov. A su isla de Lokrum se llega en ferry, está muy cerca y es un Parque Nacional. El barco se toma desde el Puerto Antiguo, el más cercano al casco. Los cruceros, en ocasiones, atracan en el Puerto Gruz o del Noroeste, que es el nuevo. Si atracan en el viejo, fondean en la bahía y los cruceristas acceden en tender a la zona vieja.

8.-Conocer su cocina marinera con múltiples influencias culturales. Bizantinos, Venecianos, Húngaros y Turcos dominaron la zona. De todas estas culturas tiene influencias la cocina croata. En Dubrovnik es típico comer bouzara (un guiso de cigalas exquisito), cevapi (una especie de embutido braseado) y también pastel de carne en hojas de col.

Como dulce típico está el mantala, similar al turrón y para acompañar los platos, su famoso vino. La costa adriática y Dalmacia atesoran cepas autóctonas como la Crljenak Kastelanski o Plavac Mali. El vino denso de Dingac o el acre Postup son los más conocidos. ¡Disfrútalos!

9.- Puedes encontrar joyas charras en Dubrovnik. En el siglo XVI una colonia sefardí salmantina se instaló en la ciudad dálmata y hasta hoy ha perdurado su influencia en la joyería y en la artesanía de Dubrovnik. Es muy curiosa esta amalgama de culturas. En un tiempo, el comercio floreciente de Dubrovnik tenía como producto estrella la glama, una aleación de oro y plata que se hizo muy popular en la Europa de su tiempo.

Vista de la Gran Fuente de Onofrio. Foto Panoramio.

Vista de la Gran Fuente de Onofrio. Foto Panoramio.

10.-El Museo del Arte Moderno y el Fuerte de Revelin en el Barrio de Ploce; el Castillo de San Lorenzo en el Barrio de Pile y el Museo Arqueológico en el Barrio de Lapad son el verdadero reclamo de Dubrovnik para los amantes del turismo cultural. Además, en el Monasterio de San Francisco se encuentra una de las farmacias en activo más antiguas de Europa, data de 1317.

Por supuesto, y no solo por la bellísima poesía del comienzo del post, Dubrovnik es un enclave realmente romántico. De hecho, los visitantes suelen subirse y mantener el equilibrio sobre una de las gárgolas del Monasterio de San Francisco para que les dé suerte en el amor.

Entre los reclamos de Croacia están otras ciudades como Zadar, con el primer órgano marino del mundo, o Ston, con la que dicen es la segunda muralla más larga del planeta tras la Gran Muralla China.

Croacia es, como dice Kalinic, una Palabra inmensa. Haz escala de crucero en Dubrovnik y  enamórate de su ‘pequeña inmensidad’.

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